Este año, en el viaje de fin de curso, tuvimos la oportunidad de hacer varias actividades divertidas y emocionantes que nos hicieron trabajar en equipo y probar cosas nuevas. Aquí os cuento un poco sobre las más destacadas.
La escalada en rocódromo fue una de las actividades más chulas. Subir por las paredes de escalada fue un reto, pero al final, cuando llegábamos a la cima, nos sentíamos muy bien. Lo mejor fue cómo nos ayudábamos entre todos. Aunque no todos llegamos a la cima, lo importante fue intentarlo y no rendirse.
Otra actividad que nos dio mucha adrenalina fue el rafting. Estábamos en una balsa navegando por el río y sorteando rápidos. Fue muy emocionante y también aprendimos a trabajar juntos, ya que todos teníamos que remar al mismo ritmo para no volcar. ¡Y el paisaje mientras íbamos por el río era increíble!
Por último, tuvimos una sesión de patinaje sobre hielo. Al principio, muchos de nosotros caímos varias veces, pero con el tiempo nos fuimos sintiendo más seguros sobre el hielo. Fue un rato muy divertido y relajante, ideal para terminar el día con buen rollo.
Comentarios
Publicar un comentario